¿LOS ASTRÓNOMOS SON SERIOS?

A propósito de los astrónomos anatemizantes y su última cacería de brujas, por Sinesio M. Rodenas

Cíclicamente, en las noches de novilunio, es costumbre ancestral de los astrónomos (por lo menos data del siglo XIX) de salir a la caza y captura de astrólogos desprevenidos a los cuales tildar de estúpidos e ignorantes.

Al parecer es de suma ignorancia el uso del sistema de coordenadas geocéntricas. Marinos, exploradores, aviadores, tuaregs y Vd. lector cuando se fija en la posición del Sol para saber donde está el Sur, son sumamente ignorantes. Los sres. astrónomos acusan a quien utiliza el punto de vista geocéntrico para sus actividades de ignorar que la Tierra se desplaza alrededor del Sol y por lo tanto de ser de una estulticia paradigmática. Al menos media humanidad es estúpida sin remisión.

Cuando los sres. astrónomos utilizan el sistema geocéntrico son listos, cuando lo utilizamos los astrólogos somos tontos. Cuando los sres. astrónomos utilizan el punto vernal como origen de coordenadas en la eclíptica y llaman a ciertos sectores de la misma por el nombre de los signos zodiacales, conocen las precesión de los equinoccios; cuando hacemos lo mismo los astrólogos ignoramos incluso el nombre que recibe el retroceso del punto vernal a lo largo de la eclíptica. Igual los sres. astrónomos han confundido a los astrólogos con esclavos negros y al siglo XX con el XVIII. Es posible que cualquier día de estos, aprovechando otro novilunio o más propiamente un eclipse, les de por dudar de la existencia no ya de nuestra alma sino de nuestra mente. De ahí a considerarnos una rama descerebrada del homo sapiens y recluimos en un zoológico sólo hay un paso.

Al parecer los sres. astrónomos suponen que los horóscopos de los periódicos son toda la Astrología que es posible conocer. Por la misma regla de tres podríamos pensar que los test de las revistas son toda la Psicología, que los regímenes alimenticios para adelgazar son toda la Medicina y que la predicción del tiempo es toda la Astronomía.
Si al filo del siglo XXI me veo escribiendo para los máximos exponentes de Toda la Ciencia Posible, tratando de aclararles que no confundan lo popular y poco riguroso con el cuerpo científico de un conocimiento, es que algo anda mal. No sé donde hay que buscar ese mal, pero desde luego no entre los astrólogos.

El estudio de los astros y su relación con el mundo y el hombre es la más antigua de las ocupaciones del ser humano. De la necesidad de conocer con precisión la posición de los astros y su curso celeste surgieron, entre otras, la Astronomía y la Matemática. La Astrología es la madre de las ciencias y éstas se han desgajado de su cuerpo de saber y se han vuelto independientes. Independencia cuestionable cuando periódicamente se les despierta el Edipo y acusan a su madre de bruja malvada. Un psicoanalista les diría que están utilizando un mecanismo de defensa llamado negación. Un día de estos bien podrían ocupar algo de su tiempo en la profundidad de su inconsciente ya que tanto lo ocupan en la profundidad del cosmos.

Cuando el sr. astrónomo adecua sus ritmos internos al orto y ocaso del Sol y aprovecha el día para sus ocupaciones y la noche para dormir (salvo que esté de guardia en el observatorio), está realizando un acto astrológico. ¿Que no lo entiende? Bueno no es este el lugar de darle una lección gratis de lo que es la Astrología y cosa sería de pensárselo en dársela pagando, pues las perlas de saber sólo están para quien sabe apreciarlas.

Cuando se juntan unos cuantos amigos y se les alegra el alma y el cuerpo se dicen y se hacen muchas tonterías. Las personas normales no hacemos públicas estas cosas y las más de las veces incluso nos avergonzamos de las tonterías que dijimos. Al parecer entre los astrónomos, quizá por aquello de que viven más allá de las nubes, no rige esta costumbre y cuando se juntan hacen públicas las cosas que se les ocurren.

Sinesio Madrona Rodenas