Aprovechando las noches limpias
de diciembre he vuelto a mirar el cielo desde Sirventa y he visto
que la bola de hielo oscura y apartada, distinta de las demás
formas celestes, el Cometa Holmes, sigue aún ahí arriba,
cerca de la estrella alfa de Perseo.
En
el artículo de finales de octubre del 2007, cuando hablaba
sobre el cometa Holmes , me preguntaba
en voz alta sobre el Coronel Gadaffi, pues se trata de una persona
que sincroniza bien con el ciclo de este cometa y de sus apariciones
cíclicas cada 6,85 años.
Como el frío y oscuro
cometa Holmes ha salido Gadaffi del desierto Libio para darse un
paseo de compras por París y ahora ha montado su oscura jaima,
en medio de la luminosa y bulliciosa ciudad de Málaga. El
Coronel viene de París, de donde venía antes la cigüeña
con las niñas vestidas de rosa y los niños de azul
colgando de su pico alargado.
El 12 de diciembre
de 2007, un día después de los atentados de Argel,
la presidenta de Argentina recibió la visita de Dominique
Strauss-Kahn la directora del FMI, se supone que trataron de la
deuda Argentina que asciende a unos 6.700 millones de dólares.
Esta cantidad que parece enorme, es menos de la mitad de lo que
Gadaffi va a pagarles a los franceses por la compra de 14 cazabombarderos,
31 airbus, 35 helicópteros, ocho barcos, seis lanchas armadas,
dos patrulleras, 100 vehículos blindados, 50 de apoyo y trasporte
y equipamiento militar que permitirá al Coronel Gadaffi,
al “guía”, disponer, de un ejército superior
al África Corps en la segunda guerra mundial.
Oscuro, como su jaima, Gadaffi
me recuerda a esa enorme y oscura bola de hielo que parece que va
a caer sobre nuestra cabeza en cualquier momento. Temores, fríos,
inquietudes, serán cosas de la llegada del invierno, cada
cual compra lo que puede.